Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba

Tanjiro es un joven muy trabajador que se esfuerza mucho por cuidar de su madre y sus hermanos, pero cuando un día nevado baja de la montaña a vender carbón, jamás habría esperado encontrarse lo que se encontró al regresar a casa.

Tanjiro y Nezuko prosiguen su viaje cuando se encuentran con un refugio en el que parece haber alguien herido, pero cuando acuden a prestarle ayuda, lo que encuentran es algo sanguinario que amenaza sus vidas.

Tanjiro sigue su duro entrenamiento, pero cuando enfrenta una prueba que cree no poder superar, aparecen ante él Sabito y Makomo, un joven y una joven que le ayudarán a entrenar para alcanzar su objetivo. Pero ¿tendrá madera de cazador de demonios?

Urokodaki da el visto bueno a Tanjiro para acudir a la selección final e intentar convertirse en cazador de demonios oficialmente.

Tras superar la selección final llega el turno de que los que la superaron consigan su propia espada de cazador de demonios, pero para ello deberán tomar antes una decisión.

Tanjiro parte en su primera misión como asesino de demonios, donde tendrá que lidiar con un demonio que secuestra jóvenes.

Tanjiro intenta derrotar al demonio múltiple para descubrir alguna pista de Muzan Kibutsuji y dar con la forma de que Nezuko vuelva a ser humana, pero el demonio que busca parece infundir más temor del que él esperaba.

El ataque de Muzan Kibutsuji le permite escapar de Tanjiro y este acaba en una situación complicada, aunque alguien desconocido acude en su ayuda. Muzan Kibutsuji, por otro lado, intentará acabar con el joven que profirió amenazas ante su familia.

Yahaba y Susamaru atacan a Tanjiro en casa de Tamayo, pero son dos demonios tan poderosos que nuestro joven protagonista apenas puede defenderse él mismo.

Tanjiro está en verdaderos apuros con sus rivales, e incluso cuando piensa que ha vencido, el contraataque enemigo resulta brutal.

Cuando Tanjiro se reencuentra con otro de los supervivientes de la selección final, este resulta ser un cobarde mujeriego que acaba acompañándolo para que él le proteja.

Tanjiro intenta proteger a los inocentes que encuentra dentro de la endemoniada casa, aunque con sus heridas todavía por sanar, no resulta sencillo. Por otro lado Zenitsu intenta mantener su temor a un lado, pero su cobardía impide que pueda defenderse pese a ser un cazador de demonios... o tal vez no.

Tanjiro intenta convencerse de que puede alcanzar la victoria, pero el demonio de los tambores puede ser incluso más peligroso de lo que él piensa. Pero ¿cuáles son sus verdaderas motivaciones? Por otro lado Zenitsu intenta proteger al niño y la caja que le encomendó Tanjiro, pero su enemigo es...

Tanjiro enfrenta al nuevo cazador de demonios con el que se encuentran, quien con su velocidad, forma de moverse y aspecto, parece más un animal salvaje que un ser humano.

Nuestros tres cazadores de demonios reciben un aviso para ir al nornoreste como nuevo destino, donde encontrarán una tenebrosa montaña en la que encuentran a otro cazador que los pone al tanto de la peliaguda situación.

Tanjiro e Inosuke pelean en el bosque contra los cazadores de demonios controlados por los hilos, pero son fuertes y matarlos cuando no son culpables de nada no es la mejor opción. Colaborar es la única opción para tener alguna posibilidad de sobrevivir.

Zenitsu sigue buscando a sus compañeros por la montaña, cada vez más asustado y cansado de la situación, cuando una terrorífica araña sale a su paso. Lo peor es que el enfrentamiento parecía decidido desde antes incluso de encontrarse con su enemigo...

Tanjiro e Inosuke se dividen para enfrentar a diferentes demonios, aunque igual de poderosos. Ninguno está en buena situación, pero entonces aparece alguien en el bosque.

Tanjiro enfrenta al hermano menor de las arañas, quien resulta ser mucho más poderoso de lo que él creía, puesto que es una de las Lunas Demoníacas. Eso sí, el demonio encontrará en la batalla algo que desea con toda su alma.

Tanjiro descubre con terror que su enfrentamiento no había acabado como él pensaba.

La aparición de dos Pilares salva a Tanjiro, pero cuando se descubre que Nezuko es un demonio, la hermana de nuestro protagonista pasa a ser el objetivo de los mismos... aunque por diferentes motivos.

Tanjiro acaba ante los Pilares, quienes pretenden juzgarlo por el hecho de ser un asesino de demonios que viaja con uno. El consenso parece general y todos están dispuestos a castigar e incluso matar al protagonista, pero su patrón puede algo tener que decir.

Los Pilares y el Patrón finalizan el juicio de Nezuko y Tanjiro, y con las conclusiones en la mano, deben tomar una decisión.

Habiendo acabado malheridos, nuestros protagonistas se recuperan a mejor o peor ritmo como buenamente pueden, pero mientras tanto tendrán que pasar por el entrenamiento restaurador de Kocho, el cual parece durísimo.

Tanjiro sigue entrenando para dominar la respiración de concentración completa mientras sus compañeros observan desde la distancia.