La climatología nos complica el transporte por la zona en esta parte de la aventura. A pesar de las dificultades, asistimos a un exorcismo sanador, mediante el uso de la música del gamelán y las marionetas típicas en este rito de manera sanadora. En otro lugar de la isla, asistimos a la posesión de un muñeco encantado, que nos da un mensaje del más allá.