Una intrépida Antígona desafía a Creonte, el tirano rey de Tebas, enterrándole: se niega a que el cuerpo deshonrado de su hermano Polinices sea devorado por los buitres y los perros. Como castigo, Creonte ordenará que la hija de Edipo sea enterrada viva, para que no siembre la insurrección…