Arthur y los Minimoys

Siguiendo una hazaña por la que fue aclamado como héroe y recompensado por el rey Sifrat, Arthur hace alarde frente a Selenia, algo que a ella no le gusta. Los dos niños pelean. Betameche accede a ayudarle a Arthur con su hermana con la condición de que le de algunos consejos sobre cómo convertirse en un héroe.

Darkos está resfriado y le pide a Diente Roto que le venda un remedio. Pero, la arriesgada pócima de la bruja lo hizo completamente invisible. Aprovechó la oportunidad para entrar sin ser visto.

Arthur se olvidó del cumpleaños de Selenia y de su regalo. Para compensarlo, usa su espada mágica para coger las flores más hermosas de los siete reinos y entregárselas después a ella. Pero ese arma mágica no está contenta con sus trampas y rechaza cooperar. Arthur debe demostrar que es de nuevo 'el del corazón puro' si quiere usar la espada y salvar a los Minimoys.

Por pura tontería Darkos ha puesto furiosas a las hormigas haciendo desaparecer a su reina. Para evitar que destruyan los siete reinos Necrópolis incluida, lidera una operación de rescate con aliados improbables Arthur, Selenia y Betameche. Trabajar con este tonto no será fácil para nuestros héroes.

Gracias a una metedura de pata de Betameche, Miro ya no tiene la baba de Gamool para despertar la luna llena de Tarayuk. Así que los Minimoys tienen que conseguir más antes del plenilunio. Arthur y sus amigos salen en busca del terrible Gamool para conseguir su baba. Nuestros héroes son descubiertos por Tarash y Darkos que hacen todo lo posible por capturarlos.

Maltazard cubre las manos de Arthur con una loción que crea una barrera entre el pomo de la Espada y el corazón del Elegido. Ahora sin la magia de la espada es muy fácil capturar a Arthur y encerrarlo en la Necrópolis. Sin embargo, Selenia y Betameche no lo van abandonar.

Ha ocurrido una catástrofe. Arak ha desaparecido y su red, ya no protege a la villa de un ataque aéreo de Seide. Betameche tiene la idea de crear una araña robot que trabaje desde dentro. Eso retiene a los Seides durante un tiempo, pero descubren con rapidez la treta y el ataque es inminente. Nuestros héroes tienen muy poco tiempo para traer de vuelta a la auténtica Arak.

Arthur pierde su espada mágica en el campo. Debe encontrarla. Pero quien la encuentra antes es McSlick. Por supuesto, se la va a vender a Maltazard a un precio exorbitante.

Teniendo en cuenta que lo consideran tímido, Betameche decide demostrar su valor. Espía a Darkos pero se queda atrapado en un barril. No obstante, su temeridad le permite descubrir un plan concebido por Darkos y Tarash. Arthur, Selenia y Betameche frustran el plan de los Seides ganándoles en su propio juego.

Maltazard encuentra una copia de un código de honor de los reyes Minomoy muy antiguo y utiliza diabólicamente sus leyes para que le den siempre la bienvenida con el objetivo oculto de deponer a Sifrat, usurpando su corona y esclavizando a los Minimoys para siempre.

Es el día de la Gran Siesta. Arthur, Selenia y Betameche están buscando a McSlick, que ha desaparecido. Ha sido hecho prisionero por las hormigas, que creen que es su reina, Al mismo tiempo, Darkos, que ha sido sustituido como jefe del ejército de los Seide por Tarash, se apropia del food truck de McSlick y se convierte en comerciante.

Durante el tradicional día del Rey, donde Sifrat le entrega por un día su corona a un Minimoy, la oportunidad recae, accidentalmente en Margoul. Ahora, Rey por un día, Margoul decide introducir en el mundo de los Minimoy una moneda, el Broozoof. Usando trampas consigue comprar la villa y quiere vendérsela a Maltazard. Afortunadamente, Arthur está ahí para evitar la desgracia.

Betameche decide equipar su pelota multifuncional con un accesorio que le permite localizarlo silbando. Pero no ve que hay una pulga dentro de la pelota. Ahora, completamente dirigida por el insecto, la pelota se ha perdido y en su interior está el plano de la fortificación de la villa. Nuestros héroes tienen que recuperar la pelota antes de que Maltazard obtenga los planos

Maltazard invita a Sifrat, Arthur, Selenia y Betameche para que vengan en son de paz a celebrar su cumpleaños. Todo va bien pero cuando nuestros héroes salen de Necrópolis, Maltazard envía un Chilop que los persiga. El terrorífico ciempiés comienza a seguir a nuestros héroes. Arthur y sus amigos tienen que escapar de él.

El rey Sifrat sale de peregrinación y Selenia es nombrada reina en su lugar. La captura de su padre por los Seides la deja en un dilema , puede ó bien liberar a su padre de una sentencia de presión permanente ó evacuar el tocón y rendirse a Maltazard. Valiente y determinada, Selenia escoge sacrificar a su padre en contra del consejo de todos, incluyendo el de Arthur.

El sabio Miro parece caer bajo el efecto desmoralizador de un conjuro ancestro pronunciado por Maltazard. Para encontrar un remedio, Arthur, Selenia y Betameche, disfrazados como los Columnistas de la infamia van a entrevistar a Maltazard sobre el tema. Descubrimos el origen secreto de Miro ,una verruga convertida por M en un arma para usarla contra los Minimoys.

Selenia entra accidentalmente en contacto con el veneno de Arak, pero no sabe que está contaminada y su comportamiento cambia, para consternación de Arthur y Betameche que saben que está en peligro de sufrir la misma transformación que Maltazard. Cuando este se entera del incidente, intenta que Selenia pase al lado oscuro

Para el Día de Hugamug, que celebra la infancia de los Minimoy, Sifrat tiene una idea estupenda, hacer una especie de Maltazard. Para lo que los niños solo tienen que hacer que beba una poción opuesta que se supone que cambiar a todo el mundo en su opuesto perfecto, creando el niño M. La poción no pasa por la garganta correcta y no ocurre nada de lo que estaba planeado.

Tarash tiene una idea brillante, dejar morir por inanición a Arak impidiendo que los insectos sean capturados en su red. El plan funciona mejor de lo que estaba pensado, pues en lugar de abandonar el pueblo, la araña decide bajar a la villa. Para deshacerse de ella, Arthur usa la Espada Mágica para crear una planta carnívora que consigue que Arak escape. ¿Conseguirán la Victoria?

Siguiendo las órdenes de Maltazard, Darkos y Tarash secuestran a Diente Roto para que prepare una poción que les permite robar la espada de Arthur. Arthur, Selenia y Betameche inician una misión de rescate para liberarla. Su plan es simple, harán de aprendiz de mago con el libro de conjuros de Diente Roto para entrar en Necrópolis y desbaratar los planes de Maltazard.

Betameche encuentra un pergamino antiguo que le confiere a su propietario el don de la invencibilidad. Liberado de sus miedos y con un poco de suerte Betameche cobra tanto valor que se convierte en Betameche el Bárbaro. Viendo como cada vez los riesgos son mayores, Arthur quiere contarle la verdad, pero es demasiado tarde: Betameche ya ha retado a duelo a Darkos y ha apostado la primera tierra

Arthur encuentra el anillo de compromiso de su abuela en el césped del jardín. La anciana lo ha perdido y Arthur sabe que sería una catástrofe para ella. Mientras nuestros héroes lo arrastran hacia la casa, Darkos lo roba, creyendo que se trata de un objeto mágico poderoso. Nuestros héroes tienen que recuperar la joya antes de que los Seides lo lleven bajo tierra y se pierda para siempre.

Nuestros héroes tienen que escoltar a una oruga, un animal raro que es sagrado para los Minimoys, lejos de las Siete Tierras antes de que Maltazard la pueda capturar porque quiere usar las feromonas de la criatura para esclavizar a toda la población Minimoy. Esta aventura le permite a Arthur descubrir que se puede aprender de todos los seres incluso aquellos que no nos gustan.

Gwindalia, la sobrina de Sifrat, quiere compartir una aventura con nuestros héroes. Selenia está completamente en contra. No obstante, Sifrat se enferma y el remedio es una poción de una flor azul que solo Gwindalia especialista en botánica podrá reconocer, nuestros héroes no tienen más opción que llevarla consigo, aunque no tiene ninguna experiencia

Darkos y los Seides han robado todos los huevos de las libélulas. Los usan para bombardear atravesando la red de Arak. Casi todos los Minimoys quedan pegados al suelo, a la merced de sus enemigos. Arthur y sus amigos no solo deben liberar a los Minimoys sino también rechazar la próxima salva de huevos pegajosos que los Seides envían para derrotar definitivamente a los Minimoys