Abandonado en su nacimiento a las puertas del Convento de los Capuchinos, Ambrosio es educado por los Hermanos. Se convierte en un predicador admirado por su fervor y temido por su intransigencia. Él se cree protegido y libre de toda tentación. La llegada de un misterioso novicio removerá sus certezas y le llevará por el camino del pecado.