Búscame en París

Cuando Lena Grisky, una princesa de 1905, descubre que sus padres planean sacarla de la escuela en el Garnier para volver a casa en Rusia, ella y su novio, Henri, urden un plan para escapar juntos. Pero justo cuando están a punto de huir, ella entra por accidente en un portal a través de un puerta que la lleva por el tiempo hasta el París actual.

Al darse cuenta de que ha viajado por el tiempo, Lena está muy alterada, pero no debe moverse de la Escuela de Ballet de la Ópera de París por el momento. El padre de Henri, Victor, se dispone a llevarla de vuelta. Desafortunadamente, Victor no es el único que la busca.

Tras aparecer la verdadera Elena Grande, surgen las preguntas obvias. ¿Quién es Lena? ¿De dónde viene y por qué afirmaba ser Elena Grande? Por suerte, el padre de Henri, Victor, llega justo a tiempo. Le explica a la frustrada señorita Carré que Lena es muy tímida y que cuando todos asumieron que era Elena, no quiso corregirlos.

Es un nuevo día para Lena, que está histérica. No sabe cuánto tiempo estará atrapada en el tiempo. Todo es nuevo y va muy deprisa. Como la joven científica que es, Ines le sugiere que documente sus experiencias en la actualidad con un videodiario. Esto le dará a Lena algo que hacer y le mantendrá la mente ocupada.

Después de un ejercicio de clase de Arte, en la que parejas de estudiantes deben dibujar su interpretación uno del otro, Lena se molesta al descubrir que sus compañeros la ven muy formal y sofisticada. Desesperada por encajar en su nuevo entorno, Lena le dice a Jeff que la lleve a pasar el día fuera de la escuela.

Lena se emociona mucho cuando le piden ser un "Monstruito", la mentora de una estudiante pequeña aparentemente dulce llamada Violette. Sin embargo, la prometedora protegida le da la vuelta a la tortilla rápido. Sabe que Lena y Thea son las mejores de su clase. Ambas tienen prestigio y sus propias habilidades.

Cuando Etienne manda un estudio de escena sobre un triangulo amoroso del ballet titulado "La Fée" o "El Hada", todos están emocionados, hasta que se reparten los papeles. A Lena le toca ser la etérea hada e interés amoroso del guapo granjero Max. Thea está furiosa por ser la esposa humillada.

Los sentimientos están a flor de piel en la Escuela de Ballet de la Ópera de París. Tras el estudio de escena de la semana pasada en que Lena y Max hacían de enamorados, Max está confuso por sus sentimientos hacia Lena y se muestra distante con ella.

Cuando la señorita Carré encarga a Lena, Ines y Thea un trío de ballet juntas, todos se esperan lo peor. Sin embargo, Lena y Thea sorprendentemente están de acuerdo sobre un ballet que a ambas les gustó y deciden bailarlo para el encargo. Su unión deja confusa a Ines, que se siente desplazada.

Llega la audición para el espectáculo de mitad de temporada. Como sabe que no habrá otra oportunidad así, Lena planea trabajar duro y hacerlo perfecto. Al menos hasta que la emparejan con Jeff, un bailarín con talento pero sin disciplina. A Jeff le encanta hacer bromas y no le gusta tomarse las cosas muy en serio.

Tras completar el transportador de portales, los Recolectores de tiempo traicionan a Henri y se dirigen a la actualidad a por Lena y el reloj. Por suerte, Henri, que estaba atado, escapa y los persigue por el portal. Una vez que llega, escribe una nota diciéndole a Lena que esté en el tejado a las 19:45.

Como se acerca la actuación de mitad de temporada, Lena se lleva a sí misma al límite. Quiere ser perfecta, pero el estrés le puede. Tras varios ensayos accidentados, la señorita Carré degrada a Lena y Max a los papeles de suplente. Max está motivado y urde un plan para recuperar sus papeles de protagonistas.

Es el día de la actuación de mitad de temporada y el ambiente está cargado, ya que cada bailarín se prepara nervioso para su actuación. Lena toma su habitual y abundante desayuno. Ines hace su rutina de ejercicios extrema. Jeff se pone nervioso por primera vez en su vida, ya que por fin se preocupa por dar lo mejor de sí.

Aún sin saber adónde se fue Henri, Lena regresa a la escuela a enfrentarse a las consecuencias. La noche antes interrumpió una importante actuación, salió corriendo pasando junto a una enfurecido señorita Carré y besó a Max delante de todo el mundo. Su plan es pasar desapercibida y esperar que nadie se acuerde.

Cuando la señorita Carré anuncia un encargo especial, Lena se emociona. Los estudiantes coreografiarán una rutina de baile que represente dos épocas de su elección. Es perfecto para que Lena pueda usar sus conocimientos de primera mano para impresionar a la señorita Carré.

Como ha descubierto que ella y Henri pueden comunicarse por medio de su ladrillo especial, Lena está encantada de ponerlo al día sobre su vida en la actualidad. Él está impresionado, aunque un poco celoso y preocupado de que no quiera volver con él.

Lena acaba de romper con Henri y está furiosa con Thea por haberle robado su máscara del Blok durante el flash mob. No está de humor para las travesuras de Thea, así que planea la broma definitiva. Haciéndose pasar por el ídolo de Thea, Lena le deja un mensaje en el contestador.

Cuando el Blok recibe en mano una invitación para participar en una competición de baile underground, todos se emocionan y se preocupan a la vez porque casi todos los desafíos les llegan por mensaje. Se supone que son un club secreto, así que muchos se preguntan quién más los conoce.

Los estudiantes están especialmente nerviosos por la llegada de un nuevo coreógrafo que supervisará la actuación de fin de temporada. Todos los estudiantes que han bailado como solistas o en pareja en la exhibición han entrado en la compañía. Thea promete ser la primera estudiante en bailar como solista y en pareja.

Tras las consecuencias de la confesión de Max, Lena lo da todo para reunir al Blok. Molestos y confundidos por los continuos secretos y mentiras de Max, los miembros del Blok se asombran cuando Reuben, el líder del Barrio, entra a la sala de ensayo y es presentado como hijo de Armando y hermano de Max.

Corren rumores de que Lena y Max se besaron, así que Lena decide contárselo ella misma a Thea. Espera lo peor, pero se lleva una agradable sorpresa cuando pasa lo contrario. Thea parece tranquila, sosegada y feliz por la pareja. Los otros avisan a Lena de que vigile sus espaldas, pero Lena les asegura que todo está bien entre ellas.

En una excursión de clase a una galería de arte, el Blok recibe un desafío de baile sorpresa. Deben enviar un vídeo de ellos mismos a las 18:00 para calificarse para el Desafío Europeo. Como no se pueden ir del museo, Lena sugiere que hagan un videodiario de cada uno bailando frente a su cuadro favorito.

La presión es absoluta al acercarse la exhibición anual. Armando y la señorita Carré observan y juzgan para decidir quién será solista, quién bailará en pareja y quién será exiliado al cuerpo de baile. Lena intenta con todas sus fuerzas centrarse, pero está distraída después de saber que su madre quizá también sea una viajera en el tiempo.

Lena aún se enfrenta a lo que ha descubierto sobre su madre. Bailar es lo único con lo que consigue olvidarlo, así que se entrega a ello por completo. Durante el calentamiento, Max se entera de que el Blok se ha calificado para el Desafío Europeo, un gran concurso de baile underground con grupos de toda Europa.

Lena y el Blok están agobiados porque no solo ensayan para la exhibición de mañana, sino que también se preparan para escaparse a su primer Desafío Europeo después de clase. Convencen a Dash y Thea, que vuelven abordo, pero los planes se tuercen cuando un frustrado Armando cambia la coreografía una vez más y anuncia un ensayo tarde por la noche.