Hasta Que Te Conocí

En 1929, Victoria está a punto de comprometerse con Manuel en su natal Parácuaro, pero conoce a Gabriel y su mundo gira por completo. Su moral se debate entre seguir a su verdadero amor, o hacer caso de las peticiones de su madre, Doña Brígida, quien busca su bienestar, pero la orilla a tomar decisiones que advierten una tragedia.

Gabriel incendia gran parte de los campos de cultivo de Parácuaro. La población demanda justicia y Gabriel es enviado a la Ciudad de México a un manicomio. Victoria enfrenta sola el escarnio del pueblo. Su humilde situación económica se vuelve alarmante, nadie quiere emplearla ni se compadecen de una mujer con seis hijos qué alimentar.

El cambio de ciudad de la familia Aguilera trae consigo nuevos retos que orillan a Victoria a buscar alternativas para hacerse cargo del pequeño Alberto (Juan Gabriel).

La pérdida de Alberto cimbra a Victoria, quien logra recuperarlo y promete no volver a separarse, hasta que la vida le muestra que esa decisión no está necesariamente en sus manos.

Solo y triste, Alberto pasa los días esperando a que su madre lo visite en el Tribunal, mientras descubre el valor de la amistad y su pasión por el canto.

Fuera del Tribunal, Alberto disfruta el sabor de la vida hasta que vuelve a Parácuaro, donde su familia lo espera con todo menos la intención de apoyarlo en su sueño de ser cantante.

Alberto busca una oportunidad en México, donde conoce gente del medio artístico que lo animan, pero no pueden ser pieza clave para sus logros, así que vuelve a Juárez y da sus primeros pasos hacia el estrellato: El Noa Noa y la Televisión.

Cuando el breve éxito de Adán Luna (Juan Gabriel) parece ir en picada, una nueva oportunidad llega a su vida y lo impulsa a viajar nuevamente a la Ciudad de México para grabar un disco.

El regreso de Alberto a la capital augura un rápido ascenso a la fama, pero el cantante aún debe aprender que en la industria musical y en la vida no puede ser tan confiado.

Alberto es encarcelado injustamente en Lecumberri, en donde su vida corre peligro constantemente. Debido a su voz y a su carisma logra hacerse amigo de la esposa del director y de una cantante famosa, y un año y medio después de vivir las peores experiencias, logra salir de la cárcel.

Alberto ha recobrado su libertad, por lo tanto ha llegado la hora de hacerse un lugar en la industria musical y de grabar su primer disco.

Alberto conoce los primeros sinsabores y éxitos en su carrera artística. Intenta acercarse de nuevo a su madre y al poco tiempo recibe la peor noticia.

Alberto descubre que la fama no era como la imaginaba, de manera que emprende cambios que lo llevarán a convertirse en el cantautor más querido de habla hispana: el Divo de Juárez.