Como manda la tradición de las brujas, al cumplir los 13 años Nicky debe abandonar su casa durante un año para desarrollar al completo sus poderes para ayudar a los demás. Montada en su escoba voladora y junto a su gato Jiji, Nicky se dirige a Koriko, un pueblo donde vivirá increíbles aventuras y hará grandes amistades, pero también debe hacer frente a las dificultades de ser una bruja.