Sakamoto no es un estudiante cualquiera: es el estudiante perfecto. Guapo, elegante, educado, inteligente y con un aire de misterio irresistible, su sola presencia deja boquiabiertos a compañeros, profesores… ¡y hasta a los matones! Cada situación que podría humillar a otro, Sakamoto la convierte en una escena digna de una superestrella.