Secretos de Estado

Tras acudir a un acto institucional con su esposa, el presidente del gobierno, Alberto Guzmán, se encuentra con Paula, su jefa de prensa, en la habitación de un hotel. Allí descubrimos que son amantes. Mientras hacen el amor, el presidente sufre un ataque al corazón. Alguien ha puesto cianuro en su copa.

Paula Campillo, detenida como principal sospechosa del magnicidio, exige a Ana Chantalle, la esposa del presidente que, sabedora de su inocencia, la libere inmediatamente. Y tiene razón, ya que quién puso el cianuro en la copa no fue ella, sino la mismísima primera dama. Un secreto que sólo ellas conocen y comparten. Mientras tanto, el presidente sale del coma en el que había caído.

Gracias a la complicidad de Gutiérrez Casas, el hombre fuerte del partido, se ha detenido a un falso culpable, y Paula es liberada. Sin embargo, su madre, una jueza que amenazaba con desvelar una conspiración gubernamental, ha sido asesinada. Sólo Carlos Castillo, un integro agente del CNI, parece dispuesto a investigar la verdad.

Ignorando que comparte cama con su peor enemiga, el presidente Alberto Guzmán, decide luchar por su matrimonio y por su familia. Ana es nombrada vicepresidenta, y la pareja se muestra más unida que nunca. Sin embargo, una nueva amenaza se cierne sobre ellos. Laura, la hija mayor, ha empezado a salir con un joven narcotraficante, al mismo tiempo que se acuesta con Andrés, su guardaespaldas.

Laura mantiene un peligroso triángulo sentimental con dos hombres tan antagónicos, Julián, su hermano sufre bullying en el colegio. Tras haberse revelado que Alberto y Paula eran amantes, la popularidad del gobierno, ha caído en picado, pero el carisma y el instinto político de Ana, la convierten en una estrella mediática. Pese a todo, el matrimonio no remonta y deciden separarse temporalmente.

Aunque se siente muy atraída por Carlos, el agente del CNI, Paula Campillo no renuncia a su relación con el presidente. Con la pareja separada, puede haber llegado su gran oportunidad. Laura ha dado un paso más en su relación con Juan, el atractivo narcotraficante, y le está ayudando a pasar mercancía. Un error que le costará muy caro.

Durante una entrega, Juan es delatado por la propia jefa de su banda. Para escapar de la policía se ve obligado a secuestrar a Laura, que le acompañaba en ese momento. Ana y Alberto deben gestionar la crisis como padres, pero también como gobernantes. Andrés, apoyado por Carlos – con el que forjará una inesperada amistad- jugará un papel decisivo durante el rescate de su amada.

Recuperar a Laura, sirve al matrimonio presidencial de bálsamo para sus heridas, enamorándose nuevo. Pero la posición de Alberto se ha debilitado, y el partido busca un nuevo candidato. Mientras tanto, Laura se ha quedado embarazada, aunque no está segura de quién es el padre: Juan o Andrés.

Las elecciones primarias se ponen en marcha con la aparición de un inesperado rival para Alberto: su ex amante, Paula Campillo. Con la intención de apartarlo de su hija, Ana Chantalle, consigue que Andrés sea acusado de un crimen que no cometió, y que acabe compartiendo celda con el propio Juan. Laura, que se niega a abortar, es obligada a fingir un noviazgo con un joven de buena posición.

Comienza la campaña para elegir al candidato del partido. Gutiérrez Casas, valedor de Paula y decidido a seguir moviendo los hilos desde la sombra, mantiene una relación sentimental con Pedro, un joven asesor. Carlos, el agente del CNI, se enfrenta a dos situaciones complejas: sacar a su amigo Andrés de la cárcel, y aceptar que se ha enamorado de Paula Campillo.

El enfrentamiento entre la pareja de ex amantes, Alberto y Paula se convierte en todo un acontecimiento mediático. Los militantes se muestran muy divididos y el resultado es incierto. Carlos consigue demostrar la inocencia de Andrés, pero cuando este sale de prisión, descubre que Laura, que nunca ha dejado de amarle, está a punto de casarse.

Cuando Gutiérrez Casas, a través de Paula, su candidata y favorita en las encuestas, estaba a punto de recuperar el poder, sucede lo inexplicable. Pedro, su amante, aparece asesinado en su propia cama, y Gutiérrez Casas, es detenido por homicidio. Pero a Alberto tampoco le va mejor. Ante su inevitable derrota, se ve obligado a retirarse. Su esposa, Ana, será quien le sustituya.

Gutiérrez Casas propone a Alberto un acuerdo. Si le saca de prisión, le contará toda la verdad sobre el magnicidio frustrado. Andrés no piensa rendirse con Laura, y está dispuesto a lo que sea para impedir que se case con otro. Las elecciones primarias han llegado a su gran noche: Ana Chantalle o Paula Campillo, una de las dos será la candidata a gobernar el país.