Tras la sorpresiva muerte de su madre, Jakob, un niño que no llega a los diez años, toma la decisión de no decir una sola palabra más y comienza a comportarse de manera extraña y en ocasiones, hasta agresiva. Verena (Emilia Clarke), una joven enfermera, llega al castillo familiar para cuidarlo y empieza a descubrir los misterios del lugar.