Cuál podría ser más inspirador que un fin de semana de desierto? Dejando atrás los confines de la oficina para comulgar con la naturaleza en el gran campo con los colaboradores como un equipo construyendo y uniendo la experiencia. Aquí puedes ponerte en contacto con tus puntos fuertes internos. Puedes descubrir a ti mismo y a tu enemigo.