Las Aventuras de Sunny Bunnies

Sunny Bunnies no se dará por vencido hasta que consiga subirse a su carrusel favorito.

En la pista del circo, los Sunny Bunnies aprenderán a usar una varita mágica y que la risa es el remedio para cualquier hechizo.

La divertida naturaleza de los Sunny Bunnies es imparable, y un concierto sinfónico se convertirá en una traviesa discoteca.

¡En sus marcas, listos, fuera! Los Sunny Bunnies aparecen en el estadio de atletismo para jugar su propia carrera de obstáculos.

Un eclipse solar interrumpe el juego de los Sunny Bunnies. Para resolver el misterio, parten con urgencia hacia la Luna.

Mientras inspecciona los accesorios abandonados en la pista del circo, Hopper acaba dentro de la maleta del mago, y hasta la simple tarea de abrir la maleta se convierte en un auténtico espectáculo de circo.

Los Sunny Bunnies se hacen amigos de un grupo de luciérnagas y todas juntas iluminan el parque con sus luces mágicas.

Para ganar un enorme pastel, todos los Sunny Bunnies tienen que competir lanzando diferentes equipos deportivos.

Los museos siempre están llenos de cosas interesantes y pasajes secretos. Es el lugar perfecto para que los Sunny Bunnies jueguen al escondite.

Al celebrar el cumpleaños de Shiny, los Sunny Bunnies inflan demasiados globos y la cumpleañera acaba volando hacia el cielo.

A los Sunny Bunnies no se les da muy bien compartir sus deliciosos helados. Y las puertas mágicas hacen que su cacería del helado sea aún más accidentada.

¿Cómo deshacerse de un globo cuando estás completamente cubierto de pelo? Los Sunny Bunnies experimentan el efecto de la electricidad estática en el suyo.

Los Sunny Bunnies tendrán que ponerse de acuerdo sobre qué hacer cuando solo tienen una moneda y muchas opciones para gastarla.

Es Navidad y aunque los Sunny Bunnies nunca han decorado un árbol de Navidad, ¡harán lo que sea necesario para decorar este!

Mientras juegan a los caballeros, un casco maldito convierte a Big Boo en un caballero furioso y pendenciero.

Los Sunny Bunnies descubren una flor mágica que vuelve realidad los deseos, pero Hopper pronto se dará cuenta de que jugar solo no es tan divertido.

Turbo se ofrece como árbitro mientras los demás Sunny Bunnies aprenden a jugar tenis. Pero pronto se arrepentirá de su decisión.

Los Sunny Bunnies se divierten mucho creando formas sorprendentes con sus mezclas de burbujas, pero Big Boo parece ser alérgico a las burbujas.

Incapaces de decidir qué actividad hacer primero, Hopper y Big Boo acaban intercambiando sus respectivos colores y personalidades.

Los Sunny Bunnies intentan ser pintores por un día en el museo. La tarea se vuelve más fácil cuando Hopper descubre un pincel mágico.

Es hora de convertirse en saltadores de altura y los Sunny Bunnies utilizarán todos los medios posibles para saltar por encima de la barra. Pero, ¿cómo van a bajar después?

Aunque las pelotas y los aros no dejan de caer, los Sunny Bunnies no se rendirán hasta convertirse en malabaristas profesionales.

Los Sunny Bunnies quedaron atrapados dentro de una pantalla de televisión al usar una cámara mágica para tomar selfies. Solo el ingenio de Turbo podrá liberarlos.

Los Sunny Bunnies ayudarán a Big Boo a cumplir su sueño: ser piloto. Pero las cosas dan un giro inesperado y Big Boo tendrá que rescatar a sus amigos.

Mientras actúa como mago para sus amigos, Big Boo los hace desaparecer a todos. ¿Qué hará para traerlos de vuelta?