Iñaki vuelve de fiesta y se encuentra a su madre, Maritxu, preparando las maletas para su viaje a Sevilla. En ese momento suena el teléfono, Bego no va a poder ir al viaje. Maritxu tendrá que convencer a Iñaki para que vaya con ella.

Iñaki se enfrenta a un nuevo día en el hospital. Carmen, por su parte, intenta tratar al vasco suavemente y con paciencia después de su metedura de pata. Rober le ha invitado a la fiesta de pedida de su hermana, lo que parece un gesto definitivo para hacer oficial su relación.

Para Iñaki no es sencilla la vida sin su madre. Y menos cuando tiene que enfrentarse al caos en el que vive Carmen y a unas vecinas que vigilan todos sus movimientos. Trini, Rober y hasta Koldo insisten en los peligros de mover en estos momentos a Maritxu, pero ella no atiende a razones.

Iñaki se aburre el hospital, no sabe qué hacer con tanto tiempo muerto. A eso se une que Antxon le dice que hay una plaza en el restaurante de Arzak y que Rober le come la oreja para que se vuelva a sus cosillas en el Norte. Don Benjumea no para de inventarse síntomas para quedarse en la clínica.

Iñaki comienza su primer día como cocinero en el bar lleno de ilusión, pero Rafi e Isabel creen que les va a despedir, así que el ambiente de hostilidad es irrespirable. Rober se gana a pulso unas cañas con Carmen y se lo pasan en grande, parece que el doctor todavía tiene posibilidades con la enfermera.

Feria, Trini le pide a Rober que le invite a la caseta de su padre, sabe que va a estar el Consejero de Sanidad y es una oportunidad para expandir negocio. EL problema se lo encontrará Rober cuando Carmen descubra que va a llevar a la caseta a Trini en lugar de a ella.

Tras la Feria, la cuadrilla despierta resacosa y avergonzada tras haber pasado una noche loca junto a las vecinas. Y con toda la manzanilla y las sevillanas, se les olvidó la carta de Nekane… que Iñaki finalmente encuentra.

El órdago no le ha salido bien a Iñaki, que cree que Rober y Carmen han vuelto juntos, así que intenta echarse atrás en la compra del bar, pero es demasiado tarde. Trini le da la única solución: hacer del bar un sitio rentable. Sólo entonces, Iñaki será libre para volver a Euskadi.

Maritxu ha despertado e Iñaki le dice que están en un hospital en Euskadi. Pedirá ayuda al personal de la clínica haciendo que imiten el acento vasco cuando entren en la habitación de Maritxu y finjan estar en el Norte. Nekane aparece por allí.

Maritxu acaba de descubrir que no está en Euskadi y quiere irse a Donosti. Pero descubre, que su hijo compró el bar y que se le ha enamorado de la enfermera descarada. Y por ahí ya no pasa, Maritxu no puede dejar que su hijo destruya su vida y está dispuesta a intervenir.

Parece que el destino no quiere que Iñaki y Carmen se encuentren a solas y puedan hablar de lo suyo. Maritxu, se dedica a educar a Nekane en las artes de la seducción del matriarcado vasco. Rober se aprovecha de que el entorno cercano a Carmen cree que él es el mejor pretendiente.

Cuando Carmen descubre que Nekane se ha ido, rompe con Rober. Por suerte para el doctor, Maritxu se pone a su disposición para conspirar contra esa relación. Mientras, un equipo de televisión viene a preparar un reportaje sobre el exitoso bar de Iñaki.

Tras rescatar a Iñaki de la zanja, consigue que le lleven a la clínica. Pero una vez allí Rober quien intenta que la enfermera nunca descubra que el vasco ha vuelto a por ella. Maritxu vuelve al norte.