Operación Telemark

El científico alemán ganador del premio Nobel de Física Werner Heisenberg es captado por el gobierno nazi en un proyecto secreto para fabricar la primera bomba atómica. Heisenberg cree que para controlar la reacción en cadena se necesita agua pesada, un componente que solo produce una fábrica noruega. En abril de 1940, Alemania invade Noruega y ordena duplicar la producción de agua pesada.

El Ministerio de Guerra británico elabora un plan para destruir la fábrica de agua pesada. Un pequeño equipo con el nombre en clave "Grouse" se lanzará en paracaídas sobre Noruega para allanar el terreno a los comandos británicos. Heisenberg viaja a Copenhague para reunirse con su mentor, el ganador del Nobel profesor Bohr, que le ruega infructuosamente que deje de trabajar en la bomba.

La misión inglesa fracasa y los alemanes extreman la seguridad en la fábrica de Rjukan. Los estadounidenses insisten en bombardear la instalación, pero Leif Tronstad convence a los Aliados para enviar un comando de cinco soldados noruegos con el objetivo de dinamitarla desde dentro. La misión "Gunnerside" deberá unirse al grupo "Grouse", que se ha mantenido oculto en las colinas.

Heisenberg es reconocido en Berlín y se le promete apoyo ilimitado. "Gunnerside" decide cambiar de planes y escalar la profunda garganta que se extiende bajo el puente de acceso a la fábrica. Considerada por los soldados nazis una barrera natural inaccesible, no está protegida. Cuando el comando consigue su objetivo, los alemanes ordenan una reconstrucción inmediata de las instalaciones.

El líder de "Grouse" es atrapado por los alemanes pero escapa y logra regresar a Inglaterra. El director de la fábrica de agua pesada es arrestado al negarse a dar prioridad a la reconstrucción. Los estadounidenses deciden bombardear pero fracasan. Los nazis optan por trasladar la producción a Alemania y los Aliados deciden atacar el ferry que atraviesa el lago ubicado junto a la fábrica.

Los supervivientes de "Gunnerside" son enviados a sabotear y hundir el ferry que transporta el agua pesada a Alemania. Werner Heisenberg afirma que solo necesita 500 litros adicionales para tener éxito con la bomba atómica. Los explosivos se colocan debajo de la cubierta el sábado por la noche y el domingo se produce la explosión. Los Aliados califican la operación como un éxito rotundo.