Peppa Pig

Llueve, y Peppa está triste porque no puede jugar afuera. Cuando la lluvia para, Peppa y George salen a jugar a uno de sus juegos preferidos: ¡saltar en los charcos de lodo! Cuando mamá y papá se unen, las cosas se ponen demasiado lodosas.

El señor dinosaurio es el juguete preferido de George. Cuando el señor dinosaurio se pierde, George está desconsolado. Papá Cerdito ayuda a Peppa a convertirse en detective y juntos rastrean al señor dinosaurio, haciendo que George vuelva a ser un cerdito feliz.

La mejor amiga de Peppa, Suzy Oveja, viene a jugar a la casa de Peppa por la tarde. Peppa no permitirá que George se una. Ella dice que los juegos son solo para niñas grandes. George está muy triste, pero cuando Peppa y Suzy quieren jugar a las doctoras y las enfermeras, George está más que feliz de ser el paciente, especialmente cuando Mamá Cerdita le lleva galletas.

Peppa y George visitan a su abuela y a su abuelo. Abuela Cerdita está muy contenta con su nueva mascota. Es un loro llamado Polly que puede repetir todo lo que dices. Peppa y George al principio se asustan un poco de Polly, pero muy pronto le enseñan a Polly cómo reír y gruñir como un cerdito muy ruidoso, haciendo reír a todos.

Peppa y George están jugando a las escondidas. Peppa es muy buena para esconderse, pero se queja porque es muy fácil encontrar a George. Peppa ya no quiere jugar con él. Papá Cerdito dice que ayudará a George, y George se esconde tan bien que Peppa no puede encontrarlo por ninguna parte.

George irá con Peppa a la guardería hoy. Peppa no quiere que George esté allí. Después de todo, es su guardería. Cuando George llega, se lleva muy bien con todos los amigos de Peppa. ¡Ellos creen que es "brillante"! Peppa está tan orgullosa de su hermanito que ella también opina que es brillante, él es su brillante hermanito.

Mamá Cerdita está muy ocupada trabajando en la computadora. Peppa quiere ayudar y comienza a golpear la computadora. La computadora se rompe, pero, por suerte, Papá Cerdito es casi un experto en estas cosas y pronto la repara. Papá, Peppa y George están más interesados en jugar a su videojuego "La gallina feliz" que en dejar que Mamá Cerdita continúe con su trabajo.

Peppa se burla de George porque no puede atrapar bien la pelota. Mamá Cerdita sugiere que jueguen a un juego que ayude a George a aprender cómo atrapar llamado: "El cerdito de en medio". Cuando Papá Cerdito levanta a George para que atrape la pelota, Peppa sabe lo que se siente ser el cerdito más pequeño, pero Mamá Cerdita pronto le da una mano de ayuda a Peppa.

Papá pierde sus lentes y es completamente inútil sin ellos. Peppa y George lo ayudan a buscarlos. Buscan por todas partes, pero no pueden hallarlos. Papá está a punto de rendirse cuando Peppa descubre que él había estado todo el tiempo sentado sobre ellos. "¡Tonto papi!", se ríe Peppa.

Peppa y George van a la casa del abuelo y la abuela Cerdita y ayudan al abuelo en el jardín. Peppa y George quedan fascinados cuando el abuelo Cerdito les dice que todo lo que ven en el jardín nació de una pequeña semilla, incluso el gran árbol. Peppa planta una semilla de frutilla, pero George quiere plantar algo más inusual: un dinosaurio. ¡Grrr!

George toma su desayuno muy rápido y le da hipo. Peppa piensa que es muy gracioso al principio, pero cuando el hipo de George comienza a estropear su juego, Peppa decide curarlo a su manera especial. Peppa no aprende del error de George, y cuando ella traga su jugo... ¡hic! A Peppa también le da hipo.

Los amigos de Peppa están montando sus bicicletas. Cuando Peppa fastidia a George por tener un triciclo de bebé, los otros niños señalan que Peppa tampoco es una niña tan grande: aún necesita rueditas para poder andar en bicicleta. Peppa está decidida a aprender a andar sin ellas y con la ayuda de Papá Cerdito lo hace, pero no sin algunos contratiempos.

Mamá Cerdita le hace a Peppa una caja especial para poner cosas secretas dentro. A Peppa le encantan los secretos. George está triste porque Peppa no le dice qué hay en la caja. Cuando George tiene su propia caja secreta y Peppa no puede adivinar qué hay dentro, decide que a ella no le gustan los secretos tanto como antes.

Peppa, George, mamá y papá están remontando una cometa en el parque. Las cosas no van según el plan, y la cometa se enreda en un árbol al lado de un gran charco de barro. Mamá Cerdita no quiere que George y Peppa se embarren, pero cuando Papá Cerdito cae en el charco y salpica a todo el mundo, no parece mala idea ponerse a saltar en el barro.

La familia va de pícnic. Peppa y George encuentran un pequeño estanque y dan pan a los patos. El delicioso pastel de frutillas de Mamá Cerdita atrae a una avispa que persigue a Papá Cerdito por toda la zona del pícnic.

Mamá Cerdita y Papá Cerdito encuentran una vieja caja en el ático. Está llena de instrumentos musicales. Mamá toca el violín, papá toca el acordeón, y Peppa golpea el tambor. Pero nadie es capaz de obtener una nota del cuerno suizo. Entonces George lo intenta: ¡qué sonido tan fuerte de un cerdito tan pequeño!

Peppa y George están jugando en el jardín del Abuelo Cerdito. Peppa simula ser una mariposa. El Abuelo Cerdito le muestra a George cómo jugar a ser un gusano que se retuerce. Luego Peppa, George y el abuelo se divierten saltando en charcos fangosos, fingiendo ser ranas pequeñas.

Peppa y George aman disfrazarse. Un día se meten en la habitación de mamá y papá y se visten con sus ropas. Usando esa enorme ropa y esos zapatos, Peppa finge trabajar en la computadora de mamá, y George hace un poco de excavación en la huerta de papá...

Mamá Cerdita le compra a Peppa un par de zapatos brillantes y rojos. Peppa adora tanto sus zapatos nuevos que nunca quiere quitárselos. ¡Ni para bañarse! Después de una noche de lluvia, el jardín está muy húmedo. Mamá, papá y George se ponen las botas de goma y van en busca de charcos para saltar. A Peppa le encantaría unirse a ellos, pero todavía lleva sus zapatos nuevos y brillantes...

Peppa y su familia van a la fiesta de la escuela. Peppa, George y sus amigos tienen las caras pintadas como tigres. Todos los niños reciben un globo, y el ingenioso Papá Cerdito impresiona a todos cuando hace un globo en forma de dinosaurio para George. ¡Pero la atracción principal es el castillo inflable!

Es el cumpleaños de Mamá Cerdita. Peppa, George y Papá Cerdito están tan emocionados como mamá. Se divierten mucho preparando sorpresas secretas de cumpleaños para ella. Cuando Mamá Cerdita ve su hermoso pastel y abre su regalo, está absolutamente encantada.

Uno de los dientes de Peppa se cae. Mamá Cerdita explica que el Ratón Pérez vendrá esa misma noche para tomar el diente y dejará una brillante moneda en su lugar. Peppa está muy emocionada y planea permanecer despierta y ver al Ratón Pérez. Pero quedarse despierta toda la noche resulta más difícil de lo que Peppa imaginó...

Peppa y su familia van de paseo. De repente su auto se rompe y deben llevarlo al garaje de Gran Perro a repararlo. Mientras arreglan su auto, toman prestado un nuevo, azul y brillante auto de Gran Perro. El nuevo auto tiene un montón de excitantes botones para apretar. Un botón hace que el techo baje. Un botón hace que las ventanas suban. ¡Y un botón moja a Papá Cerdito en la cara con agua!

La Abuela Cerdito y el Abuelo Cerdito organizan una búsqueda del tesoro para Peppa y George. El abuelo entierra el tesoro en un lugar secreto en el jardín y Peppa, y George tienen que encontrarlo usando un mapa y siguiendo las pistas. Se divierten mucho buscando el tesoro, y cuando lo encuentran hay una moneda de chocolate para todo el mundo.

Peppa tiene manchas rojas por toda la cara y no se siente muy bien. El doctor Brown Bear hace una visita y dice que Peppa estará bien, pero debe permanecer en cama por un tiempo. Como la erupción de Peppa no es contagiosa, a sus amigos se les permite visitarla, y Peppa disfruta de ser el centro de atención.