The West Wing

El primer episodio de la tercera temporada de “The West Wing” lidia con algunas de las preguntas y problemas con los que se enfrenta el mundo en el despertar de las tragedias recientes ocurridas en América.

Bartlet anuncia que intenta buscar una reelección. Las tormentas complican una misión de rescate Haitiano. Bartlet y su personal viajan a New Hampshire a trabajar en asuntos de la campaña.

Bartlet refina su discurso para un anuncio de reelección importante, mientras su personal trabaja inquietamente con un estratega político peso pesado (RON SILVER) en el problema de si Bartlet debiera incluir o no una disculpa pública por sus comentarios.

C.J. revela de forma sutil algunas pistas a la prensa que podrían obligar a Rollins a ser derrocado y reemplazado por alguien más favorable a la administración.

Mientras se acerca la cena del Departamento de Estado, Bartlet descaradamente veta el proyecto de ley del “impuesto de muerte” pero su personal debe pelear cuando se enteran que la Cámara de Representantes tiene suficientes votos para anular el veto.

Después de un tiroteo en una iglesia, Bartlet pide a un reacio Vice Presidente John Hoynes que hable en un rally anti-armas en Texas, pero los aliados molestos se enfrentan uno con otro en un enfrentamiento francamente riguroso.

Cuando un submarino espía americano pierde contacto con los Estados Unidos repentinamente en aguas hostiles de Corea del Norte, un preocupado Bartlet recibe consejos del Asistente del Secretario de Estado Albie Duncan.

Mientras Bartlet se preocupa sobre donde pasará el Día de Acción de Gracias –y cuál es la mejor manera de cocinar un pavo estilo gourmet—C.J. conoce a dos Nativos Americanos quienes deambulan por el lobby de la Casa Blanca.

A sugerencia de Abbey, Josh tiene una reunión con un caucus de mujeres poderosas sobre el lenguaje propuesto para un tratado de las Naciones Unidas que prohíbe la prostitución.

Leo teme lo peor cuando testifica en la investigación del congreso en la falta de divulgación pública de Bartlet sobre su enfermedad.

Leo rechaza con actitud desafiante la oferta del Comité de Vigilancia del Congreso de una censura pública de Bartlet que finalmente pondría un punto final a la investigación.

Mientras el personal de la Casa Blanca trabaja intensamente en el discurso crucial del Estado de la Nación de Bartlet, él repentinamente exige la inclusión de un pasaje que promete una cruzada para curar el cáncer.

Bartlet y su personal cavilan sobre si contradecir o no a uno de los abusos verbales en acción afirmativa de un candidato presidencial Republicano de rápido aumento.

Bartlet consulta un psiquiatra, el Dr. Stanley Keyworth, por un desorden de sueño preocupante y recibe una evaluación personal aleccionadora.

Bartlet compromete a Sam y Toby en juegos de ajedrez intricados para asemejar el astuto juego de política arriesgada que Bartlet está jugando con los chinos, quienes están conduciendo juegos de guerra en el Estrecho de Taiwán.

Mientras Abbey contempla la posibilidad de perder su licencia médica al día siguiente, asiste sin ganas a una fiesta en la Casa Blanca por su cumpleaños.

Bartlet hace un comentario despreciativo sobre un nominado republicano potencial después de una entrevista por televisión, sin darse cuenta de que aún estaba siendo grabado.

Cuando un enorme camión que lleva barras de combustible de uranio choca en un túnel en un remoto pueblo en Idaho, el personal de Bartlet se prepara para una potencial crisis ambiental –o terrorista.

Mientras Sam finaliza los desesperantes detalles de la inminente cumbre de Bartlet con el presidente ruso, fotografías satelitales revelan instalaciones de bombas nucleares en Irán construidas con tecnología rusa.

Bartlet y su personal se apresuran a lidiar con un ataque terrorista anticipado sobre un área amplia. Mientras tanto, C.J. tiene problemas adaptándose a ser protegida por un agente del Servicio Secreto guapo y capaz.

Bartlet agoniza sobre si debe o no perder el derecho al principio de inmunidad diplomática por un oficial del Medio Oriente que se sabe que ha estado planeando terrorismo.

En el final de temporada, Bartlet toma una decisión de vida o muerte relacionada a un diplomático extranjero que es un terrorista conocido.

Este pionero episodio documental incluye entrevistas a antiguos presidentes y personalidades de la Casa Blanca. En homenaje a los personajes reales de la ficticia administración Bartlet, veremos a expresidentes como Bill Clinton, Jimmy Carter y Gerald Ford, empleados de la Casa Blanca como David Gergen, Dee Dee Myers y Leon Panetta y al ex secretario de Estado Henry Kissinger.