Hospital Central

Después de varios meses cerrado por reforma, el Central abre sus puertas. Vilches es el último en reincorporarse y lo hace justo el día en que se produce un terremoto. Manos a la obra desde el primer minuto, Vilches va descubriendo los cambios sufridos en el centro, que ha abierto una planta para sanidad privada, y recibe a los enfermos de pago en una sala junto a la entrada de las Urgencias.

Guille acepta trabajar también para el ala privada del hospital. Cuando Vilches se entera de su decisión se encara con él. No puede entender que su propio hijo dinamite la batalla que mantiene Vilches contra los nuevos tiempos del Central. Además, se entera de que ha sido la propia Manuela Rubio quien le ha propuesto el trabajo a su hijo, lo le lleva a entenderlo como un asunto personal.

Manuela manda a Vilches a un Congreso Médico en Salamanca. La verdad es que la relación entre ambos no es buena, aunque está claro que entre ellos saltan chispas. Y así, Vilches acepta ir a Salamanca para demostrarle que puede representar al Central como el mejor. Una empresa fabricante de un vanguardista robot de cirugía quiere ceder uno en pruebas y el Central tiene que conseguirlo.

Ocho años atrás, Javier y Vilches atienden a un hombre víctima de un accidente de coche. Se trata de Pablo, un médico del hospital. Ahora, tras ocho años ingresado en una clínica bajo Cuidados Paliativos, Pablo es trasladado al Central. Con su antiguo amigo en el hospital, Vilches y Javier recordarán lo que ocurrió el día del accidente, las pautas que siguieron y la actitud de la mujer.

Álex recibe el alta por fin y sorprende a Raquel con una pregunta decisiva: ¿Quieres casarte conmigo? La médica se muestra bastante reacia a aceptar por miedo a equivocarse. El enfrentamiento profesional entre Vilches y Manuela alcanzará nuevas cotas cuando la directora tome la decisión de suprimir 300 camas para combatir los problemas económicos del hospital.

El hospital contrata a la colombiana Elizabeth, una cirujana plástica que sabe neutralizar los recelos que despierta su llegada. Ramón, el marido de Manuela, se presenta y le plantea el divorcio. Manuela quiere mantener a su lado a su hija, pero Celia ya ha cumplido los dieciséis y va a tomar sus decisiones. Ante la inminente separación, Manuela le confiesa a Vilches su sentimiento de soledad.

Ana Besteiro, una vecina de Vilches, sufre una urgencia médica en su domicilio y, tras enterarse de que tiene que ser trasladada al hospital, confiesa que padece agorafobia. Ante la imposibilidad de convencerla para salir de casa, Vilches decide sedarla. Paralelamente, en el Central ingresa un peligroso delincuente condenado en varias sentencias por violación.

Gimeno decide acudir a visitar a su madre, interpretada por Pilar Bardem, en la casa que tiene en las afueras, ya que aún no le ha contado que se ha divorciado. En el huerto que tiene su madre, el médico descubre con sorpresa que su madre tiene una planta de marihuana. Por otro lado, Vilches debe acudir a la guardería de su nieta para enseñar a los niños qué es lo que hace un médico.

Cuando uno decide ser médico sabe que tarde o temprano se enfrentará a lo que se conoce como días negros. Los del Hospital Central deben enfrentarse a una de las peores experiencias de su vida. Un terrible incendio en un bloque de edificios marcará de una manera u otra a todos nuestros médicos, pues son muchos los heridos y fallecidos que empiezan a llenar los pasillos del Central.

El futuro del Hospital Central se complica cuando una fundación está dispuesta a comprar a la Consejería de Sanidad la parte pública, lo que obligaría a dejar de atender pacientes y complica el futuro de sus profesionales. La consejera está dispuesta a escuchar la oferta. La privatización total del hospital dejaría sin servicio a todos los pacientes de la Seguridad Social.

Manuela es presionada por la Fundación para que negocie con los médicos públicos su incorporación en la plantilla privada de una manera rápida y eficaz. Además, le piden maquillar los datos económicos para poder hacer un negocio bastante rentable con la privatización del hospital. En medio de su dilema moral de decidir entre el amor a Vilches o su responsabilidad laboral le llevan a dimitir.

En las instalaciones de la ONG comienza la campaña de vacunación y el encargado le cuenta a Raquel la labor que realizan en el país, incluida la colaboración con la policía contra los casos de abuso sexual. El encargado del a ONG, le cuenta a Raquel la labor que realizan en el país, incluida la colaboración con la policía contra los casos de abuso sexual.

Javier decide no informar a Raquel, que continúa en Camboya, de la muerte de Alejandro, medida que no todos en el hospital entenderán. Mientras, el futuro de Guille se complica tras descubrir Vilches una nueva dolencia. Raquel sigue en Camboya donde se implicará activamente en la detención de un pederasta que intentará captar a Bourey, el niño afectado por neumonía.

Raquel regresa de Camboya y descubre con tristeza que Alex ha fallecido. Javier le explica que fue el propio Alex el que no quiso que ella le viera en esa situación. En el hospital decide revisar paso a paso todos los procedimientos seguidos en el caso de Alex, buscando cualquier error que hayan podido cometer.

Un choque de trenes colapsa las urgencias del hospital, unos trescientos heridos tienen que ser atendidos por la plantilla del Central. Gimeno se ha apostado con un antiguo profesor del Provincial que el Central tendrá mejor rendimiento durante la guardia. Ganará el que al final de la jornada haya conseguido salvar más vidas. Un nuevo médico llega como médico geriatra invitado al Central.

En el Central ingresa Mario, treinta y tantos, porque se ha sentido indispuesto mientras estaba comiendo en un restaurante. Está mareado, ha vomitado, le duele la espalda. Al poco rato llega su mujer al hospital. Alba, aproximadamente de su misma edad, enseguida se muestra nerviosa, espera que sólo se trate, como parece, de algo de lo ingerido le haya sentado mal.

Alba vuelve al hospital. Aún no ha aceptado del todo la muerte de su marido y necesita descartar por completo la posibilidad de negligencia. Alba se lo toma como una investigación policial. Habla uno por uno con todos los que estaban presentes en la operación en la que falleció su marido.