Pequeña princesa

La pequeña princesa decide montar su propia tienda. Busca en el castillo, encontrando todo tipo de cosas interesantes para vender, y pronto tiene muchos clientes felices. Pero no pasa mucho tiempo antes de que todos se den cuenta de que han comprado cosas que pertenecen a otra personas.

Es un día de deportes en el castillo y el ambiente es eléctrico Todos los hogares eligen equipos, pero cuando la princesa termina con Scruff y el almirante no está muy contenta. Nunca ganará con ese equipo. Tendrá que hacer todas las carreras ella misma.

Es un día de deportes en el castillo y el ambiente es eléctrico Todos los hogares eligen equipos, pero cuando la princesa termina con Scruff y el almirante no está muy contenta. Nunca ganará con ese equipo. Tendrá que hacer todas las carreras ella misma.

La Princesita se va a la feria. Pero en su excitación, termina por lastimarse el pie. Se le dice que tendrá que quedarse en casa con la Reina mientras todos los demás se van. "Nada es tan bueno como un día en la feria" dice la abatida Princesa. Pero la Reina tiene algunas sorpresas bajo la manga.

Hay una fiesta de disfraces en el castillo y un premio al mejor disfraz! La pequeña princesa está decidida a tener el mejor traje para la ocasión, pero todas sus ideas sobre el traje parecen ir terriblemente mal.

Es el cumpleaños de la Princesa Pequeña y no puede esperar para saber cuál será su regalo sorpresa. De hecho, está tan desesperada por averiguarlo que sale a buscarlo. Pronto descubrirá todas las sorpresas de su cumpleaños y cuando el gran día llegue, no se sentirá tan especial.

La pequeña princesa está harta de que su triciclo no vaya lo suficientemente rápido. Lo que necesita es una bicicleta Una con sólo dos ruedas. Pero sólo subirse a la bicicleta, y mucho menos quedarse en ella, es más difícil de lo que la princesa esperaba.

Cuando la princesa escucha a sus padres hablar de ella, piensa que la van a echar. Intenta esconderse y decir que no quiere irse pero nada parece funcionar.

Todo el mundo en el castillo real parece tener un mejor amigo. Todos, es decir, excepto la princesita. Cuando su primo pequeño viene de visita, decide que será perfecto para el trabajo. Pero a veces los mejores amigos no siempre hacen lo que se supone que deben hacer...

La tía abuela viene de visita y la princesita no está contenta. La tía abuela tiene dientes prestados, medias holgadas y una barbilla rasposa y lo peor de todo, la princesa va a tener que darle un beso.

La Princesa va a tener un festín de medianoche! Se arrastra por el castillo recogiendo cosas para comer, pero hay un gran problema: parece que no puede mantenerse despierta lo suficiente.

A la princesita le han dicho que si quiere ayudar a decorar el árbol de Navidad, tiene que ser buena todo el día. Pero resulta que ser buena no es tan fácil.

La princesita tiene una encantadora y brillante caja nueva de lápices de colores. Se ven tan limpios y nuevos que no quiere usarlos. Pero cuando los preciosos crayones empiezan a desaparecer misteriosamente de su caja, la Princesa comienza a acusar a los miembros de la casa real.

La princesita no es lo suficientemente alta! No puede alcanzar las cosas que quiere. Así que la única solución es crecer. Se pone a hacer todas las cosas que la harán más grande, ninguna de las cuales parece funcionar.

La princesita está muy orgullosa de su nueva escayola, que recibió por lastimarse la rodilla. Y cuando el General se lastima la pierna, ella le muestra cómo ser valiente como ella lo fue.

La Princesa tiene un nuevo columpio. El único inconveniente es que no se le permite usarlo sin un adulto alrededor. Pero la princesa no puede evitar tener un pequeño golpe y cuando se cae, está tan asustada, que pasa el resto del día buscando razones para no jugar en él.

Cuando el primo pequeño de la princesa viene a quedarse, no puede entender por qué recibe toda la atención de los adultos. ¿Cómo es que cuando ella es desordenada y ruidosa le regañan pero cuando él lo hace todos piensan que es dulce?

La Princesita decide convertirse en una cavernícola y vivir en una cueva. No sólo baila en las cuevas y va a la caza de tigres de sable, sino que las cavernícolas tampoco tienen que comportarse. Pero cuando oscurece, vivir en una cueva pierde algo de su atractivo.

La Princesita está montando un espectáculo de marionetas para sus amigos. Sin saberlo, mientras hace las entradas y los refrescos, sus títeres se enredan cada vez más. Sólo cuando se levanta el telón ve el estado en que se encuentran.

Es el día de la madre y la princesita le hace a su madre un regalo muy especial. Pero no está segura de lo que es, porque sigue cambiando.

Cuando la princesa aprende sobre su bisabuelo el explorador decide que también se convertirá en una exploradora.

Cuando la Princesita descubre que todos los demás en el castillo tienen una colección de algún tipo, ¡decide que también necesita una. Se pone a coleccionar todo tipo de cosas, pero pronto se da cuenta de que es un poco más difícil de lo que pensaba.

La Princesita no puede entender por qué su madre desayuna en la cama y come trufas todo el día. La Princesa no puede hacer eso! Así que deciden intercambiar los papeles del día y pronto se hace evidente que ser reina tal vez no sea tan fácil después de todo.

Hay una tormenta afuera y la Princesita está atrapada dentro del castillo y aburrida. Ha jugado todos sus juegos dos veces. Cuando descubre fútbol cree que ha encontrado el juego perfecto, pero pronto se da cuenta de que no se puede jugar mejor con balones de fútbol en el interior.

A la princesita le encantan los días de lluvia: hay tantos charcos en los que chapotear. Pero nadie más en el castillo quiere jugar con ella, quieren quedarse dentro y secos.