Electa

Arrepentida de su candidatura, pero ya electa, Fefé decide renunciar antes de tomar su nombramiento. Su único obstáculo es el diputado Netinho Filho, su jefe de personal, quien hará todo lo posible para evitar que la gobernadora renuncie a un puesto que él ha luchado tanto por conseguir.

Tras tomar posesión de su cargo, la gobernadora al fin tiene el poder del estado en sus manos, pero no sabe qué hacer con él. Después de un día de reunirse con los alcaldes, sus ideas se aclaran y decide crear la ciudad del futuro.

Durante una fiesta en el palacio de gobierno, se viraliza un video en el que la gobernadora aparece intoxicada y se convierte en un meme. Cuando el daño a su imagen es insostenible, Fefé se ve forzada a aceptar la ayuda de sus consejeros para intentar limpiar su imagen.

Durante el carnaval, Fefé está ansiosa de pasar las fiestas más importantes del año con sus amigos. Sin embargo, Netinho tiene otros planes para ella, ya que quiere evitar otro escándalo gubernamental.

A consecuencia de los eventos del carnaval, el gobierno obtuvo excelentes ganancias financieras. Pero esa es la única buena noticia. Un grupo de jóvenes ambientalistas amenaza con evitar la subasta. En medio de las protestas y una crisis en su relación con Nanda, Fefé se enfrenta a la mayor crisis de su vida y de su gobierno hasta ahora.

Después de múltiples decepciones profesionales y personales, la gobernadora cae en depresión y se aísla del mundo. En su alucinación, se imagina que su vida es un musical y escucha verdades incómodas de sus compañeros de trabajo y de un expresidente.

La gobernadora emite un decreto para bajar la tarifa del transporte, esperando que eso aumente su índice de aprobación. Pero, en consecuencia, provoca a la mafia del transporte, lo que pone en peligro su vida y su gobierno, con graves consecuencias.