Farmacia de guardia

Adolfo y Guille se encargan de revisar todos los boletos del sorteo de Navidad. Una vez, dos veces y nada, no ha tocado nada. Un boleto que no habían mirado resulta tener el premio.

Muchos son los vecinos que piden a Lourdes la receta del pavo con castañas. Este fin de año, la farmacia no está de guardia, así que lo celebrarán en casa, todos en familia.

Se acerca el día de los Reyes y Fani no hace más que ir a donde el cartero para ver si le traen su regalo. El día de Reyes amanece, y el deseo de Fani se cumple.

Adolfo quiere montar un negocio con una pareja de perros chinos y necesita un socio como Lourdes para que ponga el dinero. Las cosas, al final, no terminan como Adolfo se lo esperaba.

El marido de una de las clientas habituales de la farmacia se ha liado con una veinteañera con la que tiene mellizos. Por otra parte, Adolfo está ilusionado porque una joven está enamorada de él.

Pablo, el amigo de Kike, es homosexual. La primera reacción de Kike es dejar de quedar con él, incluidos sus amigos del equipo de fútbol. Adolfo apoya esta reacción, aunque Lourdes no tanto.

Romerales tiene un nuevo compañero que acaba de salir de la "academia" y se lo han "encasquetado" unos días para que aprenda el oficio.

Lourdes decide dejar a Guille salir con sus colegas a la discoteca, pero las cosas se complican cuando los chicos no aparecen a la hora indicada.

La tía y las primas de Cuin acuden a la farmacia a hacerle una visita. Así que empieza el espectáculo: Adolfo tiene que hacer de ayudante, Cuin es la que tiene la farmacia y Lourdes está enferma.

En el barrio hay un vampiro que hace pasar unos malos ratos a María de la Encarnación. Catalina convence a Lourdes para hacer una fiesta y con un aparato cargarse al vampiro.

Un granjero acude a ver a Adolfo por una cuestión de vida o muerte: quieren sacrificar a su vaca. Mientras, los vecinos aprovechan la existencia de la vaca para comprar leche fresca.

Lourdes contrata a unos pintores para pintar la rebotica: "Los impolutos" los llaman, aunque todo es pura fachada, manchan, manchan y manchan todo y a todos.

Fani quiere recaudar dinero para los niños de África, pero los del barrio no le ayudan mucho. Así que opta por robar en un supermercado. María y Romerales llevan a la niña a la farmacia y le cuentan lo sucedido a Lourdes.