Un paso adelante

La escuela de Carmen Arranz vuelve a abrir sus puertas para que cientos de jóvenes intenten pasar las pruebas de ingreso que se repiten cada año. El ambiente de nerviosismo entre los candidatos es latente y en los vestuarios se sucederán algunas situaciones incómodas. El personal docente del centro, por su parte, tendrá que medir con lupa las posibilidades de cada uno de los aspirantes.

Tras conocerse el nombre de los alumnos de la escuela, el comienzo es inminente. Pero, la ilusión del principio se verá ensombrecida al comprobar el alto rendimiento que se espera de ellos. El nivel es muy alto. Los métodos educativos de cada profesor son tan dispares como sus propias personalidades. Adela, que finalmente ha aceptado el puesto de profesora de baile clásico, es demasiado dura.

Llega a la escuela Rafa, un alumno gitano con un gran talento para tocar la guitarra, y Beni se encuentra con la noticia de que tiene que compartir habitación con él. Los profesores quieren creer en sus posibilidades, pero en sus primeros días en la escuela se sucederán los problemas con ellos.

Se están celebrando las pruebas para seleccionar bailarines para el musical "Grease" y el director de casting es un antiguo novio de Diana. Ésta, que sigue soñando con ser una conocida bailarina y olvidarse de la enseñanza, comenta con sus alumnas que ellas aún no están preparadas para participar en un montaje de este tipo.

Cristóbal encarga un ejercicio de comunicación no verbal a sus alumnos y Rober, Silvia y Pedro tienen que hacerlo juntos. Los trabajos extraescolares de Pedro le hacen llegar tarde a los ensayos, lo que motiva el enfado entre ellos. Aunque la relación entre Rober y Silvia es menos tensa que al principio, la joven sospecha que detrás de su aspecto duro Rober debe ocultar algo.

Los alumnos están preparando la que será su primera actuación con público. Pedro y Lola forman pareja, por lo que la joven está radiante de felicidad, más aún cuando su compañero sugiere la posibilidad de incluir un beso en la escena que comparten. Los padres de Pedro van a venir a visitarlo, por lo que el joven teme que su progenitor descubra lo que realmente está haciendo en Madrid.

El estreno de Grease se acerca pero, pese a las grandes expectativas, la crítica especializada es muy dura con la obra y con la actuación de Diana. Los responsables del montaje deciden hacer algunas modificaciones, lo que hace que la profesora deba dedicar aún más tiempo a los ensayos. Carmen Arranz se verá en la obligación de decirle a Diana que la obra y sus clases son incompatibles.

Varios de los alumnos de la escuela descubren un vídeo en el que se ve a Adela actuando en el espectáculo de striptease. El asunto trasciende hasta tal punto que Adela tendrá que confesarle su pasado al resto de los profesores. Gaspar ve en su historia una amenaza para el prestigio de la escuela y cree que la profesora debería ser expulsada.

Rober se prepara para las pruebas de selección que Adela está realizando para suplir el hueco de un alumno de cuarto. Para ello, Silvia le ofrece su ayuda, de tal forma que el día de la presentación la profesora duda entre Rober y Pedro. Por otra parte, Diana regresa despavorida de Londres. Nada más pisar Madrid acude al director de "Grease" para que le de trabajo.

La ex novia de Rober, Bea, llega a la escuela con Sergio, su hijo y le pide que se quede con el niño mientras hace una entrevista de trabajo. Rober le dice que sí. Pero pasa el tiempo y la madre no aparece. Entonces, descubre una nota en la que Bea le pide que se quede con el niño un par de días hasta que encuentre trabajo. Rober empieza a faltar a clase y no sabe donde esconderle.

Carmen avisa por megafonía que es la última semana para pagar el segundo plazo de la matrícula. Quien no pague no puede presentarse a los finales. Pedro le cuenta a Antonio que no tiene dinero para pagar la escuela. Antonio le dice que Alicia Jaúregui ha creado una beca para un alumno de cada curso. Percibirán el dinero para una matrícula completa.

Diana sigue peleando por afianzar su relación con Juan y él tiene claro que los sentimientos siguen siendo tan fuertes como en el pasado. A pesar de ello, Juan no evita sus encuentros con Ingrid, a quien sigue dando clases de canto. Pedro consigue un trabajo como gogó en una discoteca. Le pide a Lola que sea su pareja. Van a ensayar y se les hace tarde.

El padre de Pedro es rescatado en alta mar y él, junto con Silvia y su madre, van a recibirlo al puerto. El miedo a que lo ocurrido podría haber sido el fin, hace que padre e hijo reflexionen y se den una nueva oportunidad. La madre de Pedro, que siempre ha estado al lado de su hijo, le da el dinero que le hacía falta para terminar de pagar la matrícula.