Sam, el bombero

Cuando Sarah y James descubren que el Café Pez va a recibir a su cliente un millón, convencen a Bronwyn de que deberían celebrar el acontecimiento. Pero cuando Norman Price sale de una tarta de mentira, se queda atrapado dentro. La cosa empeora cuando la cocina se incendia y la tarta no sale por la puerta. Por suerte, Sam y Penny acuden al rescate tras su entrenamiento con Boyce y Steele.

Cuando los Pioneros de Pontypandy van al parque a por sus placas de bomberos, Norman quiere demostrarle a Derek que sabe conducir un camión de bomberos. Mientras, Elvis ha hecho un pastel para todos y lo esconde. Cuando Norman atraviesa sin querer Pontypandy con Júpiter, Sam acude al rescate, ¡pero aplasta el pastel! Al final, Normal debe ayudar a Elvis a hacer un nuevo pastel.

Cuando una gran nevada llega a Pontypandy, Norman y Mandy deciden hacer un muñeco y Norman ensucia la bufanda preferida de su madre al ponérsela al muñeco. Después de lavarla y tenderla, acaba congelada, decide descongelarla en el horno y el humo no tarda en aparecer. Los bomberos acuden al rescate, pero no consiguen salvar la bufanda y Norman tendrá que compensar a su madre limpiando nieve.

Cuando el jefe Steele se lesiona la espalda, se resiste a cogerse un día de baja, sobre todo porque tiene que sustituirlo el jefe supervisor Boyce. Norman y Sarah juegan con una cometa gigante, se les queda atascada en un árbol y Júpiter no está disponible para acudir al rescate. Al final, Steel será quien resuelva el problema demostrando que aún tiene cuerda para rato.

Elvis va a ser la estrella de un concierto benéfico en Pontypandy. Steele se alegra de no tener que cantar, prefiere apagar incendios infernales. Elvis lo saca de quicio con sus ensayos, pero de tanto oírlo, acaba cantando su canción en sueños. Llega el día y el concierto está a punto de cancelarse por un accidente con una guitarra gigante, pero hay alguien que podrá sustituir a Elvis… ¡ Steele!

Tras haber enseñado Charlie a navegar a Mandy, esta emprende su primer viaje en solitario, pero se le rompe el mástil en plena navegación. Cuando Neptuno acude al rescate, el motor se le cae al mar porque Elvis no apretó debidamente los tornillos según los consejos de Penny. Al final, Sam acudirá al rescate y Elvis reparará bien el motor esta vez mientras Mandy ya ha improvisado un mástil nuevo.

Sam regala una cobaya a Sarah y James, pero estos no tardan en perderla. La cobaya muerde unos cables eléctricos y acaba provocando un incendio en el Café Pez, que Sam y Penny apagan rápidamente. Elvis le confiesa a Steele que usó el equipamiento de bomberos para buscarla, pero el jefe tiene debilidad por el animal porque se llama como él y es quien al final da con ella atrayéndola con pipas.

Ha caído una nevada y el periódico organiza un concurso a la mejor foto de Pontypandy nevado. Sarah quiere ganar y sale con James y su cámara. Al ver unas huellas gigantes en la nieve, Sarah cree que hay un oso polar y quiere fotografiarlo. Se refugian en una cueva y descubren que Moose era el supuesto oso polar, pero sus risas provocan una avalancha y Sam usa a Saturno para localizar a los niños.

Hoy es un gran día, Gareth va a inaugurar el Rayo de Pontypandy, un tren de vapor. Todo se complica cuando cae carbón bajo la torre de agua y provoca un incendio. Cuando Lily ve el fuego, avisa al bombero Sam, que llega justo a tiempo para evitar que la torre de agua caiga sobre el tren. Elvis decide usar la manguera de Júpiter para llenar el depósito del tren y conseguir que suba a la montaña.

Mandy sueña con ser alpinista de mayor después de leer el libro de Moose Roberts, y en una excursión del cole al Centro de Actividades, decide que la travesía no es emocionante para ella y opta por seguir a Moose en unos de sus entrenamientos. Al final, Sam tendrá que rescatar a Mandy y a Moose de una cornisa, y esa será la primera historia que Elvis contará en el libro de aventuras de Sam.

Bronwyn le da a Gareth un sándwich de salchichas sin imaginarse lo que Nipper hará con tal de probarlo. Al primer despiste de Gareth, Nipper arranca el Rayo lleno de gente camino a las montañas, obligando a Sam a realizar su mejor misión: ¡un rescate imposible para frenar el tren! Mientras, en el parque, Elvis se pega a sí mismo y a Steele a una silla al intentar pegar una taza del jefe.

Cuando Sarah descubre la leyenda del monstruo de Pontypandyness, finge haberlo visto para atraer pasajeros al tren de su abuelo Gareth. Pronto, el Centro de Actividades se llena de gente deseosa de verlo y esto hace que se suba demasiada gente al malecón, que se rompe y acaba flotando en el lago. Sam llega al rescate, y con ayuda de Penny, logran remolcar el malecón a tierra firme.

Norman y Mandy salen al mar para conseguir sus placas de pesca, y Dilys decide acompañarlos para no perderse la primera pesca de su hijo. Pero Dilys acaba echando a perder las oportunidades de pesca de Norman y obliga al barco a llamar a los bomberos… ¡dos veces! Al final, una vez Dilys ha reconocido su culpa, Charlie promete llevar a Norman a pescar de nuevo, esta vez sin Dilys.

Está nevando y Trevor viaja con Moose, Dilys, Norman, Charlie, James y Sarah. Sin querer, Trevor pierde el control, el bus acaba sobre un lago congelado y Moose tiene que salir a pedir ayuda. Al hacer un fuego para calentarse, el hielo se resquebraja, pero por suerte llega Sam y salva el día. En el parque, Steele decide que está encantado con las ovejas porque le mantienen los pies calentitos.

Es Halloween y Norman Price pretende hacerse con todas las chucherías de Pontypandy usando su kart. Este año le tocará mucho más que un repugnante chicle bola. Pero el kart de Norman acaba en el mar y Sam, que pretendía jugar a morder la manzana en el parque, tiene que acudir al rescate. Al final, Norman perderá sus chucherías y tendrá que conformarse con un triste chicle bola de Lily.

Bronwyn quiere que Charlie arregle el grifo con ayuda de Sam, pero antes de acabar, Sam debe volver al parque de bomberos. Al final, Charlie se libra de hacer tareas y lleva a los niños en barco. Emocionado ante la mayor captura de Pontypandy, acaba dañando el barco y Sam tiene que rescatarlos antes de que se hundan. Al final, salen juntos a pescar y se dan cuenta de que forman un gran equipo.

Durante una inspección en la estación de tren con Sam, el jefe Steele descubre a Bessie, su antiguo camión de bomberos. Gareth y Sam suben en el Rayo de Pontypandy al Centro de Actividades mientras Steele se queda poniendo a punto su antiguo camión. La cosa se complicará cuando Bessie tenga que acudir al rescate para apagar unas bombonas de gas que podrían explotar en la hoguera de Moose.

Inspirados por su ídolo de snowboard, Norman y Derek deciden usar la tabla de planchar de la madre de Norman y montar una pista de eslalon en la nieve. Al chocar contra un obstáculo, Derek crea una bola de nieve gigante que Mike esquiva cayendo en un agujero. Sam usa la "tabla" de Norman para ayudar a Mike hasta que lo rescatan. Mientras, Elvis intenta tapar las fugas de agua del parque.

Tom y Moose acaban colgados de la rama de un árbol muy alto por intentar demostrar cuál de los dos es más diestro en la montaña. Los niños deben pedir ayuda con unas gafas, la luz del sol y el código Morse. Sam y Penny logran rescatarlos justo antes de que la rama se rompa. Mientras, en Pontypandy, el jefe del parque Steele explora métodos creativos de rescates felinos con Elvis como voluntario.

Norman traza un plan para quedarse con todos en el faro y no tener que volver a limpiar la furgoneta de Mike, pero por su culpa acaban quedándose atrapados en el mirador. Moose intenta rescatarlos, pero acaba colgado de una cuerda sin poder hacer nada. Sam llega al rescate y al conocer el plan de Norman, lo obliga a limpiar la furgoneta y también a Júpiter y a Venus… por dentro y por fuera.

Va a haber un premio a la mejor iluminación navideña en Pontypandy. Sarah y James creen que ganará el Café Pez, pero Norman está convencido de que ganará la tienda de su madre. Cuando Mike aún no ha instalado los fusibles necesarios para el alumbrado, las ansias pueden a los Jones y a los Price, que acaban provocando un incendio que el bombero Sam y su equipo tendrán que apagar.

Helen Flood invita a la señora Chen y a Penny a una noche de chicas y Mandy se ofrece a cuidar a Lily. Aunque quiere demostrar que es una gran canguro, Lily esconde las llaves de casa y acaba provocando un incendio con unas pinzas del pelo. Mientras, los chicos quieren hacer también su noche de chicos y Steele proponer jugar a las pulgas. Al final, Mandy acaba salvando a Lily.

Gareth se encarga del espectáculo pirotécnico anual de Pontypandy, y como Bronwyn teme por su seguridad, pide a Charlie que supervise toda la instalación. Pero Gareth aprieta demasiado la rueda de colores a la puerta del cobertizo de Bessie, y al encenderla, no gira y acaba prendiendo fuego al cobertizo. Al final, Sam y el equipo acuden al rescate y apagan el fuego justo a tiempo.

Tom y Moose se hacen llamar los Salvajes de Pontypandy, y al saber que Mandy y Norman están buscando un zorro, se ofrecen a ayudarlos. Pero el zorro acaba llevándose el gorro de Moose y ellos, atrapados en su madriguera. Sam tendrá que acudir al rescate y Elvis hace una maniobra salvadora con Júpiter, con la que se gana el carné de conducir profesional. Al final Mandy es la salvaje de Pontypandy.

Los habitantes de Pontypandy se van de pícnic a la playa y Penny, Sam, Elvis y el jefe Steele se rifan quién irá y quién se quedará en el parque. Al final, Elvis se queda con Radar y decide grabar uno de sus temas, pero Radar siempre lo interrumpe con sus aullidos. En la playa, Lily queda atrapada en un banco de arena y con ayuda de Radar, logran rescatarla para el alivio de la señora Chen.