Berta, animada por Menchu, decide dar un vuelco a su vida y convertirse en una femme fatale, al revés que su hija, que lleva el camino contrario. Amador utiliza a Agustín para distraer a Clara, mientras su relación con Bárbara prospera: quiere que conozca a sus padres. Enrique se ve obligado a acoger en casa a Antonio comatoso, al que han desalojado del hospital por escasez de camas.